De toros ensogaos, romerías de solera y disputas futbolísticas en la tierra de uno.
Marisa es mi amiga. Y tiene mucha afición, mucha. Afición de la buena, porque ella es muy de ir de plaza de plaza, ya sea para ver un cartel con figuras o para conocer a los que empiezan. Muchos kilómetros a cuestas cuando llega octubre por San Lucas y ha visto pasar una temporada más por esas plazas de Dios.
Ella es de las personas que se quedan hasta las tantas escuchando los programas taurinos de la radio aunque al día siguiente le cueste un mundo levantarse y cumplir con sus obligaciones como estudiante de Filosofía y tener que acudir a clase a tomar apuntes y aprender un poco más sobre Descartes.
Si su bolsillo se lo permite se compra las revistas de toros, si no, no deja que llegue el domingo sin poder haberle echado una “ visuá”, como dicen en Torredelcampo.
También le gusta leer de toros. Leer para aprender y formarse un poco más como aficionada. Doy fe de ello pues he visto in situ como poco a poco, pasito a pasito, ha ido gestando su humilde biblioteca taurina particular.
En casa más de una vez ha tenido que dar explicaciones por pasarse unas pocas horas frente al ordenador escribiendo de toros en Desdelcallejón. Informando, contando, relatando...siempre con esa pizcita de ilusión por hacer las cosas bien y aportar un pequeño granito de arena a defender y promocionar la Fiesta.
Ella, como yo, que no me escondo, ve con ilusión como el nombre de un torero de Linares se va repitiendo en los carteles y allí donde lo anuncian, procura estar presente. Siempre y cuando su economía se lo permite (recordemos).
Hace poco se fue montada en un autobús desde Granada hasta Sevilla para ver a ese torero y se volvió para Granada decepcionada con lo que vio salir por los chiqueros y frustada por no ver realizado sobre el albero lo que la noche anterior había soñado.
Con ella va siempre Elena, que es mi amiga también y juntas procuran acudir a todas las conferencias, charlas, coloquios, jornadas...todas aquellas actividades culturales que giran en torno al toro. No se pierden una las muchachas.
Dos amigas de esas que siempre han estado ahí: para lo bueno, lo regular y lo malo-malísimo. Alegrándose por haber aprobado una asignatura más, prestándome un quitamanchas por que unas patatas han salido volando del plato y han acabado en mis vaqueros. Preocupándose por uno al encontrarse en otro país lejos de su casa y su gente.
Y las dos, Marisa y Elena, Elena y Marisa este fin de semana seguro, seguro, seguro que se los estarán pasando a lo grande. ¿La razón? Simplemente sucede que es San Marcos y ellas dos son de la Sierra de Segura y esta comarca de Jaén celebra este fin de semana su fiesta más tradicional: “El toro ensogao” de San Marcos. Una celebración que tiene lugar desde antiguo en Beas de Segura, el pueblo de Marisa y también en Arroyo del Ojanco, donde yo precisamente tuve la suerte de vivir y conocer esta fiesta hace dos años. Una fiesta donde se venera al toro con verdadera pasión. Todo por y para el toro.
Una experiencia única supone presenciar la suelta de los toros ensogaos por las calles de estos dos municipios serranos de la provincia de Jaén, lindando casi con Albacete, donde por cierto se encuentra el único punto de Andalucía donde hay una gran afición al recorte contándose por todos estos municipios con grandes recortadores.
Aconsejo a los aficionados acercarse a vivir un espectáculo único en este rincón serrano.
Y lo que son las cosas...este fin de semana, coinciden dos de las mayores tradiciones populares de Jaén y en dos puntos opuestos de la provincia: en Beas de Segura y su zona, San Marcos. En Andújar...la Romería de la Virgen de la Cabeza, “La Morenita”. La Romería más antigua de España.
Pienso en lo de Beas, pienso en el Cerro del Cabezo, y termino acordándome que en La Victoria el domingo se enfrentan el Real Jaén y el Linares y estoy para que me dé algo...¡Estoy rabiando por volver a mi tierra!
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