Jaén Taurino

El Ayuntamiento de Jaén silencia lo taurino.

El Ayuntamiento de Jaén no ha puesto ni un céntimo este año en toros. Ha gastado mucho, muchísimo en infinidad de cosas. Y en infinidad de cosas seguro que ha despilfarrado el dinero.

  Que el Ayuntamiento no conceda subvención o patrocinio a la empresa que organiza la Feria Taurina de San Lucas, es decir, Serolo, lo puedo medianamente entender. Lo puedo entender si como ha ocurrido en gran cantidad de pueblos de la provincia el dinero que habitualmente se ha destinado a colaborar, ayudar, promocionar, patrocinar...llámese como se quiera, a los espectáculos taurinos, se ha destinado a cosas verdaderamente necesarias, importantes o útiles.

  Ahora bien eso no quita que independientemente de no haber colaborado, patrocinado, suvbencionado, ayudado económicamente, lo taurino en la Feria de San Lucas se silencie.

  Digo esto porque en la presentación de los carteles que tuvo lugar en el Parador no hubo nadie del Ayuntamiento. Digo esto porque el otro día con motivo del VIII Pregón Taurino de Jaén, al igual que en las tres últimas ediciones no hubo ni un representante del Ayuntamiento en la mesa de autoridades. ¿Es casualidad que desde la primera feria en que Carmen Puri Peñalver es alcaldesa ni ella ni nadie del Ayuntamiento, del partido que lo gobierna en tres años la representación del mismo ha brillado por su ausencia?

  El remate de todo es que en la programación de todos los actos y actividades de la Feria de San Lucas, en los programas de mano que se reparten por toda la ciudad no se dedica ni una sola línea a los espectáculos taurinos que tienen lugar en la Plaza de Toros de Jaén. Como si no existiera. Como si en Jaén por San Lucas no hubiera toreros que hicieran el paseíllo. Como si en Jaén por San Lucas el Coso de La Alameda no abriera sus puertas.

  Pero luego bien que movilizamos a todo Jaén para que llene la Plaza de Toros para ver en pantalla gigante al Real Jaén...y como Jaén es Jaén y aquí somos muy catetos, luego la pantalla no funciona porque según algunos dijeron, le había dado una insolación, según dijeron otros, nadie sabía encenderla, y según otros dijeron las instrucciones estaban en chino y hubo que llamar al chino de los grandes almacenes del Polígono para que la hiciera funcionar. Pero claro, él que iba a saber del funcionamiento de una pantalla gigante...

Foto: Ideal.es