lunes, mayo 07, 2007

Un fugitivo vestido de luces

Como siempre me han gustado las novilladas de promoción, por aquello de ver a nuevos valores que con el paso del tiempo y la suerte pueden alcanzar la gloria del toreo, ayer me acerqué a Pegalajar a ver la tradicional novillada sin picadores que se suele dar en honor a San Gregorio.
La primera sorpresa llegó cuando me enteré que de los tres noveles anunciados en el cartel se habían caído dos, de los cuales el parte facultativo de uno aparecía en la puerta de acceso a la plaza. Una vez más la gastroenteritis haciendo estragos...
La segunda fue de nota...el festejo comenzaba a la seis, aquello se demoró un poco cuando repentinamente asomaba el morro del coche de la guardia civil por una de los accesos al ruedo y ante la sorpresa del público se dijo lo siguiente: "Atención, resulta que una cuadrilla que había venido a la plaza y estando ya vestidos de luces han cogido y se han marchado de la plaza, por lo que estamos viendo a ver que podemos hacer. De todos modos un novillero se ha ofrecido a matar los otros dos novillos y como esto es Pegalajar y de nosotros no se rie nadie, el festejo se da y eso es lo que hay"
¡Toma ya! De película de Berlanga. Por lo visto el espectáculo fue dantesco y es que el primer espada del cartel vio lo que había y le entró algo por el cuerpo, por lo visto la actitud del muchacho fue algo más que prepotencia, chulería y soberbia. Al ver el percal le dijeron que eso era lo que había y que de no aceptarlo ya estaba marchándose.
- Abre la puerta que me voy.
Y liado con el capote de paseo, con la montera puesta y todo, el chaval hizo el paseíllo no hacia al ruedo sino camino de la calle y casualidades de la fiesta, un novillero granadino, Miguel Hidalgo, el cual la jornada anterior había toreado en Miguelturra se había pasado a ver la novillada y no se lo pensó dos veces: mando que le trajeran el traje de luces y aunque el paseíllo se inició sin él tuvo tiempo a vestirse en condiciones para lidiar y matar tercero y sexto.
De la novillada en sí no hablaré porque en el ruedo los novillos le metieron el pánico en el cuerpo a los novilleros y más de uno se tiró de cabeza al callejón sucesivas veces e incluso hubo quien cortando dos orejas en su primero escuchó los tres avisos en su segundo.
Al margen de esto, me quedo con la anécdota del fugitivo vestido de luces.

10 comentarios:

risotoi dijo...

Sin comentarios. Eso sí, la culpa de la familia Merchante por criar lo que cría. Ya verás como Pedro Luis el día de su despedida busca una añojita más "a modo", jajajajaja

Un abrazo y felicitar a los ganaderos por el respeto que se les tiene a sus animales.

javier dijo...

im-pre-sio-nan-te
saludos

V. Sánchez López dijo...

Acojonante. Cierto que es de película.

Martín Ruiz Gárate dijo...

Puse este comentario en Toro, torero y afición, que te enlaza, por equivocación. Decía más o menos que inhabilitaría al fugado de luces a perpetuidad para ser torero, y te daba las gracias por la información. Por fin te preguntaba el nombre del huído, para saber a qué atenerme si lo veo anunciado en algún cartel.

Unknown dijo...

Supongo que no será el primero en tomar las de Villadiego. Es cierto, que hay ganaderos que envian lo mas grande, y mas a estos festejos, pero...Ahí Manolete, sino sabes torear, pa que te metes

Anónimo dijo...

Pero si la novillada era de lo más normal, lo que pasa es que le tocó uno más crecidito, que luego fue el más noble de la tarde.

Eso sí, teníais que haber visto al tio, vestido de luces, liado y con la montera puesta, diciéndole al de la puerta de servicio "Abre, que me voy..." Im-presionante.

José Luis Marín Weil dijo...

Cierto lo que relata Altamozo, se hubiera encontrado en el ruedo con el más noble de la tarde.
En esa Plaza, la de Pegalajar los novillos son siempre algo más grandes de lo que se suele ver en otras plazas de la provincia, ahora bien, todo el que va a ese pueblo sabe lo que lo que allí sale, lo que allí puede encontrarse y por lo que se conoce, este se presentó en el pueblo sin haberse orientado previamente.
NOTA: No he querido dar el nombre del protagonista por dejarlo en mera anécdota, y porque tratándose de una novillada para noveles,no hay que ensañarse con ellos, si bien es cierto que no estuvieron bien y que no había visto yo en mi vida tirarse tantas veces un tío vestido de luces de cabeza al callejón...
Y los novillos no me parecieron tan malos, es más, tres de ellos funcionaron.

Civilón dijo...

Si hace esto sin caballos, imaginense lo que hara segun vaya ascendiendo en el escalafon.

Civilón dijo...

El cartel original era

Novillos de Alfredo Garcia Marchante

Jose Luis Cimarra de MADRID
Miguel angel Camero "El Botines" de Granada
Rafael Castellanos de Campo de Criptana.

Solo falta que nos digan quien fue al que le entraron los siete males y se fue por la patilla, y el torero a la fuga.

José Luis Marín Weil dijo...

Rafael Castellanos no toreó y en su lugar le sustituyó un novillero madrileño.
El encargado de de lidiar los dos novillos que se quedaron sin espada fue Miguel Hidalgo, de Montillana, Granada.
"El Botines" cortó dos orejas en su primero y en su segundo no le fueron bien las cosas.
De el primero del cartel ya os podeís imaginar...