jueves, julio 30, 2009



Festival en La Guardia

viernes, julio 24, 2009

La reaparición de un torero.
Nuestro padre nos llevó al hotel sin decirnos exactamente para qué ni por qué. Tras salir del ascensor y coger el pasillo llegamos hasta una puerta que se encontraba abierta.
-Pasad, pasad sin miedo. No os quedéis ahí.
Entramos y nos encontramos ante nosotros a un hombre que se estaba vistiendo. Se estaba vistiendo de luces. De un color algo inclasificable, algo cercano al mostaza y oro era la taleguilla que le cubría de cintura para abajo. Sobre la silla aún permanecía la chaqueta y el chaleco. También el capote de paseo y la montera.
El mozo de espadas le ajustaba la castañeta antes ponerse él sólo la camisa y anudarse el corbatín.
Lo hacía frente a una mesa sobre la cual rebosaban estampas, fotos de imágenes religiosas. Medallas de la Virgen del Rocío y de cofradías de Semana Santa.
En un rincón de la habitación, silencioso pero observador, se encontraba el apoderado y casi sin moverse, impactados por lo que veían, dos chiquillos pequeños, tan rubios como dos niños noruegos, vestidos con bermudas y con los ojos clavados en las lentejuelas del traje de luces.
Esos dos niños éramos mi hermano y yo. Por entonces yo gastaba siete años, mi hermano algo menos, y casi ni le salían las palabras, ni se le entendía. Él no paró de buscar por la habitación el capote y la muleta.
Su padre los había llevado a ver vestir de luces a un amigo torero que esa tarde debutaba en la plaza de Jaén como matador de toros. Se conocían desde poco después que él hiciera su presentación en la Real Maestranza y con su toreo eclipsó al personal, toreando como muchos han dicho, no ha vuelto a torear después. Ellos habían compartido armada en alguna traviesa en las monterías de la finca de unos amigos allá por Cardeña, en Córdoba, cosa que han venido repitiendo durante ya más de veinte años.
Se presentaba en Jaén apenas transcurrido un tiempo desde que Curro Romero, el “Faraón de Camas” lo invistiera Matador de Toros en la Maestranza teniendo a Juan Antonio Ruiz “Espartaco” por testigo. Aquel día se tomaba la alternativa el hijo de un señor muy conocido en Sevilla, que también tomó la alternativa una vez. Miembro de una familia tan grande como conocida, entre los que hubo un compositor de sevillanas, un rejoneador, un gran tirador de escopeta, un primo pianista. Una familia que había tenido en sus manos una ganadería histórica. Una familia muy bohemia.
Tuvo su cartel, su ambiente. Lo empezaron a llamar para cosas de televisión y le cogió el gusto a aquello y entonces se prodigó mucho por ahí, tanto así que pasado el tiempo se alejó bastante del traje de luces y su nombre sólo podía verse en los carteles de los festivales de algunos pueblos. Por entonces se pasó al campo de apoderado y empresario.
Muchos no lo toman en serio y le recriminan algunas acciones. Ahora pasado el tiempo quiere volver a vestir de luces, hacer el paseíllo, sentirse torero.
Mañana volverá a hacerlo en una pequeña plaza de un pueblo de Huelva y se ha preparado a conciencia.
Ni mi padre podrá estar allí acompañándole, ni yo ayudándole como mozo de espadas como hace cinco años en un festivalito en Arroyo del Ojanco.
Quiero desearle toda la suerte del mundo a quien sé que es un gran torero escondido y desconocido para muchos aficionados en una reaparición que prácticamente nadie toma en serio.
Pero como ponerse delante de un toro es precisamente eso, una cosa muy seria, y sé que se ha preparado a conciencia y con mucha ilusión, por ello espero y deseo que aquel torero al que ví vestirse de luces con siete años, mañana y el resto de la temporada pueda triunfar. Hablo de Martín Pareja Obregón.
Foto: www.sevillataurina.com

miércoles, julio 22, 2009

Ya se conocen los carteles de las dos principales ferias taurinas de la provincia al llegar el mes de agosto.
Creo que el planteamiento es inmejorable y me sorprende que tanto en Baeza como Linares se repitan algunos carteles que ya se dieron anteriormente en esas plazas con las mismas ternas, como sucede en Baeza el 16 de agosto (repite hasta la ganadería) o en Linares el 29 de agosto.
De Baeza destacaría por encima de todas las cosas la presencia de Esplá en la feria, siendo esta actuación su despedida de la afición jiennense. Me duele , me fastidia, me revienta que se vaya del Planeta de los Toros sin pisar el Coso de La Alameda porque es, ha sido y será uno de mis toreros predilectos. Está acartelado con Juli y Castella, lo cual le da fuerza a la feria.
Me gusta mucho el cartel de rejones y me alegro al ver que Montes torea en Baeza. Rememoro la tarde que presencié el año pasado en esa plaza con los toros y toreros del domingo, y recuerdo como Finito sacó en el cuarto esa raza de torero que le permite ser el torero que nos gusta ver, como Curro Díaz toreó a placer y "El Fandi" se hinchó de torear un toro que acabó siendo indultado. Un toro que por peso y presencia más bien era una sardinilla.
Linares anuncia unos carteles muy fuertes y sobre todo yo me entusiasmo con ver anunciado a Morante el día 30. Si tuviera que decantarme por un cartel, sin duda, lo haría por el del 28 de agosto, fecha clave en la feria como todos sabemos.
El año pasado estuve allí ese mismo día viendo a Ponce y Perera junto a Talavante, que ese día estuvo para irse a cagar a la vía. Desde entonces hasta hoy sólo he visto a Perera una sola vez, aquella, y precisamente por eso me interesa el cartel, además de ver a Cayetano, torero al que sólo he visto dos veces.
A Finito y Fandi los tengo aborrecidos. Manzanares me incita a hacer kilómetros, Curro Díaz toreando en Linares es sinónimo de tarde grande y finalmente José Tomás, igualmente en Linares se puede traducir a muchas cosas: a morbo, a seguidores que se recorren España, a reventa en la calle, mucha gente que alardea de haber ido a verle y venir de verle, sumado a la propabilidad (simple y llanamente por pura trayectoria ) de acabar en la enfermería. Dios no lo quiera. De aquí a unas semanas empezarán a llamar a mi padre, me empezarán a llamar a mí pidiendo que gestionemos las entradas para ese día pero no para el resto de la feria.


BAEZA


-Viernes 14 de agosto. Reses de Guardiola Fantoni
Andy Cartagena, Álvaro Montes y Leonardo Hernández.

- Sábado 15 de agosto. Toros de Torrehandilla
Luis Francisco Esplá, El Juli y Sebastián Castella.

- Domingo 16 de agosto. Toros de Julio de la Puerta
Finito de Córdoba, Curro Díaz y El Fandi.





LINARES


- Viernes 28 de agosto. Toros de Juan Pedro Domecq
Enrique Ponce, Miguel Angel Perera y Cayetano.

- Sábado 29 de agosto. Toros de El Pilar
Finito de Córdoba, José Tomás y Curro Díaz.

- Domingo 30 de agosto. Toros de Núñez del Cuvillo
Morante de la Puebla, El Fandi y José Mari Manzanares.

- Lunes 31 de agosto. Toros de Passanha
Fermín Bohórquez, Hermoso de Mendoza y Diego Ventura.

lunes, julio 20, 2009

Carnicerito confirmará en Las Ventas.
Juan Antonio Millán "Carnicerito de Úbeda" es uno de los toreros anunciados para torear en el verano madrileño. Se da la circunstancia además que en esa corrida confirmará la alternativa que en su día recibiera en Úbeda de manos de Paco Delgado y en presencia de José Tomás.
Está anunciado para el 23 de agosto, fecha en que hará el paseíllo junto al aragonés "Serranito" y el sevillano Francisco Javier Corpas, frente a toros de Juan Luis Fraile.
Foto: Marisa Fernández

viernes, julio 17, 2009

Cuaderno de viaje.

Cuando uno es pequeño, si el curso académico se ha dado bien, sus padres lo premian llevándolo a un campamento. La cosa puede ir más allá y el muchacho puede acabar aprendiendo inglés en Irlanda, Escocia, Inglaterra...Y puede suceder lo contrario: que la cosa no se dé bien y uno acabe en un campamento de estudiar. Lo que viene siendo un internado, para entendernos.
Ni yo fui nunca a un campamento con chavales de mi edad ni pasé verano alguno aprendiendo inglés fuera de España. En cambio sí que me pasé dos veranos seguidos estudiando en el Unamuno de Málaga.

Cuando yo veía la propaganda de los campamentos de verano, aquello no me terminaba de seducir. Salir fuera de tu casa para levantarte pronto, hacerte la cama, estar todo el día bregando de un sitio a otro e incluso tragarse una clasecilla de inglés...no me entusiasmaba.
Pasado el tiempo unos vecinos míos, mayores que yo, se fueron en comando hasta Gijón a la escuela de verano del Sporting en “Mareo” y a mis diez años envidiaba que todos ellos pudieran disfrutar en una semana junto a chavales de sus edad, en unas instalaciones envidiables, de su afición al fútbol.
Mis propios hermanos han pasado por campus de verano de fútbol y baloncesto en Málaga, en el famoso campus de Nacho Rodríguez. Una semana practicando deportes y juegos rodeados de gente de sus edad y deportistas de Élite. Recibieron muchos regalos deportivos.
Me daba cierta envidia ver que yo no tenía a mi alcance nada similar. Yo no podía disfrutar de mi pasión por los toros en unas circunstancias similares.
Pasado el tiempo lo he conseguido. Me orienté de una especie de “campamento taurino de verano” y tras hacer no pocas gestiones y pasar toda una odisea para poder ir, al final, he podido participar.
Hice las maletas y me busqué la vida para llegar a Moraleja, Cáceres, donde en su Centro de Formación Agraria se ha celebrado el II Curso de Conocimiento del Toro Bravo. José Luis Castro ha sido el artífice de todo esto.
No es cosa fácil que los ganaderos abran las puertas de su casa, enseñen los toros en los cercados, den a conocer las faenas de campo, permitan que nadie pise sus plazas de tientas y por último pueda alguien ponerse delante de una becerra. Él lo ha conseguido y ha posibilitado que muchas personas sean enormemente felices.
Todo el día colgado del teléfono móvil, haciendo mil gestiones, pidiendo favores, remendando los imprevistos. Animando siempre al personal. Siempre al alcance de todos en todo momento.
No conocía a quien no tengo duda, es toda una institución taurina en Extremadura, y más concretamente en la provincia de Cáceres. Profesional de la hostelería, es él quien puso en marcha el Curso de Mayorales, que está teniendo un éxito enorme, y fruto de ese Curso nació este para aficionados, teniendo en cuenta la altísima demanda.
Durante una semana, - de lunes a viernes- hemos convivido aficionados de todos los puntos de España, de todas las edades, en una residencia y con el toro como elemento de unión hemos vivido unos días inolvidables.
Por momentos aquello parecía surrealista. No es fácil imaginarse que realmente puede llegar a suceder lo que nosotros hemos vivido.
Madrugar día tras día para tener una cita puntual frente al televisor para seguir en directo el encierro de Pamplona, seguidamente desayunar sin parar de hablar de toros y posteriormente desarrollar las actividades previstas.
Exceptuando que el primer día y a primera hora se nos habló de los encastes y castas, así como pelajes del toro de lidia, el resto del curso ha transcurrido íntegramente en el campo bravo.

Nos llevamos la primera sorpresa el mismo lunes por la tarde cuando José Luis, el director, nos comunicaba que Victorino Martín nos iba a recibir en su finca de Monteviejo y nos mostraría su museo taurino. ¿Qué puedo yo decir? Quedé impresionado con quien es y ha sido uno de los ganaderos más importantes de la historia del toro bravo. Su museo, sencillamente es acojonante (con perdón). Placas, trofeos, cerámicas, cuadros, todo lo que uno pueda llegar a imaginarse.

Me impactó y emocionó ver frente a mí al famoso toro “Velador”, único indultado en Las Ventas (mi amigo Luismi Parrado puede matizar este dato), así como algunas cabezas de la llamada “Corrida del siglo”. Me mosqueó no encontrar nada referente a mi tierra hasta que ya prácticamente saliendo de la puerta divisé en lo alto de una pared a la izquierda de la cabeza de un toro un cuadro con el escudo de La Carolina, cosa que me emocionó mucho. Así se lo hice saber al ganadero que me dijo:
- Dale recuerdos a Vicente Perucha, el torero de La Carolina cuando lo veas.
- Disculpa que le diga...pero falleció el año pasado.


Una anécdota que me
llevó de allí aunque sea algo chunga, la verdad.
La segunda jornada tuvimos el privilegio, porque verdaderamente así lo veo yo, de hacer la trashumancia. Una labor de campo que en
el ganado bravo se ha ido perdiendo, quedando un pequeño reducto precisamente en Jaén, si bien los últimos ganaderos que lo venían haciendo nos dejaron en las pasadas navidades.
Hicimos una trashumancia cortita, acorde a la jornada prevista. Fue algo emocionante. A campo abierto, alejados de lo urbano, bajo un sol que nos dejó a todos la piel como los salmonetes, nos retrotraímos en el tiempo para vivir en el presente una estampa ganadera del pasado como era trasladar el ganado campo a través de un sitio a otro.
Vacas viejas, becerros, caballos, vaqueros. Cosa impresionante. Vivirlo para contar algo que tampoco puede contarse fácilmente. Tuve la suerte de volver a montar a caballo después de algún tiempo y por unas horas, con mi gorra, mis botos bien engrasados, el caballo y la garrocha me sentí completamente como un mayoral.

Entre la ida y la vuelta, para sorpresa de todos y aprovechando que de por medio nos pilló un saneamiento de reses el ganadero, Enrique Serrano, nos soltó dos becerras. No me puse delante porque entre el pollo, la sandía y la tarta que nos metimos entre pecho y espalda a campo abierto...yo no estaba en condiciones. Fue en cambio muy emotivo ver a Paco Gallardo ponerse delante de una becerra por primera vez en su vida.
Paco, que se ha ganado con su carisma el cariño de todos, además de ser un excelente aficionado esconde tras de sí una historia tan impresionante como emotiva, que yo más adelante contaré.

El miércoles se nos dio la oportunidad de conocer el campo charro, cosa que a mí me hizo mucha ilusión dado que no tengo la ocasión habitualmente de ir a Salamanca y menos aún a su campo bravo.
Visitamos “Garcigrande” y “Los Bayones”. En la primera finca aluciné pues nunca antes había conocido una plaza de tientas cubierta y francamente esa era impresionante. ¡Menudas instalaciones! Asistimos en el “tauródromo” al ejercicio físico de los toros, esto es: correrlos a través de un circuito para que se ejerciten. Nada más llegar se nos dijo que estaba previsto que allí José Tomás mataría un toro a puerta cerrada a las 13:00. Nos fuimos de la finca y la verdad es que ni se le sintió.
En “Los Bayones” contemplamos el apartado de dos toros en un cercado: uno para curarlo y otro para enfundarlo. Esto último me dejó mucho que desear y no me terminó de convencer, sinceramente. Para rematar, pudimos ver como el mayoral vacunaba a un toro desde lo alto de una encina aprovechando el paso del toro en cuestión bajo el árbol, cosa que ya había visto yo hacer a Fernando Cuadri en un reportaje de Toros Para Todos. Entre medias, en defensa propia nos aplicamos una paella (la primera vez en mi vida que comía paella con huevo duro) seguida de una carne, que francamente no había forma de hacerle frente tras la paella, para rematar la faena con el postre y dejar a la expedición con más ganas de echar la siesta que de tirar para “Los Bayones”. ¿A qué parezco Suárez Guanes mezclando escritos taurinos y gastronómicos.
El jueves fuimos hasta el término de Monroy, a conocer la ganadería de “El Cubo”, que cuenta con la única plaza de tientas cubierta de la provincia de Cáceres. Tanto la plaza, como la casa ganadera y las instalaciones son dignas de ver. Ya quisieran muchas plazas de pueblo tener unos corrales así de funcionales. Me gustó mucho, muchísimo esta ganadería y el ganadero, en todo momento con nosotros, nos invitó a un pedazo de aperitivo en la ganadería.
Ya por la tarde tuvo lugar el primero de los dos tentaderos que pudimos disfrutar. En la ganadería de Elia Hernández vimos tentar a “Frascuelo” apenas dos días antes de su compromiso en Céret. En la plaza sólo le he visto una vez y de corto. En el campo, tentando, disfruté mucho. Otro aire, un sabor añejo, mucha torería. Pego una media verónica para dejar una vaca de retienta en el caballo que a todos nos arrancó un olé muy marcado.
Le acompañaba un novillero sin caballos, Mario Alcalde, de Madrid, que se está forjando a su lado y que me causó grata impresión. Se pusieron delante tres compañeros nuestros del curso, dándose la circunstancia de ser Beatriz novillero con picadores, Jesús, novillero sin picadores y David un aspirante a vestirse de luces. Me sorprendió especialmente Beatriz ante las vacas de retienta, porque alguna sacó su genio y ahí había que estar para hacerles las cosas. Jesús no terminó de encontrarse, según él mismo me confesó y David lo que pudo hacerle a la becerra suficiente fue para disfrutar.
A la hora de saltar los aficionados unánimemente se le animó a Paco Gallardo a ponerse delante de nuevo. Y lo hizo, vaya si lo hizo. Con acierto y decisión. También se puso delante el picador Ismael Halcón, quien picó ambos días.
Aquello se fue un poco de las manos porque bastante gente quiso torear aprovechando la condición de la becerra, muy buena, y hubo unos asistentes a la tienta que habían acudido en pantalones cortos y chanclas, que se pusieron delante y francamente aquello no me gustó nada, porque el campo, pienso, es una cosa muy seria. Acto seguido la comitiva partió hasta Coria y allí en mitad de la calle, en la terraza del bar de José Luis se montó la cena casi diría yo que de forma improvisada.
El ambiente estupendo y al marcar el reloj las 00:00 servidor cumplía un año más. Algunos lo sabían y me cantaron el “Cumpleaños feliz”, uniéndose rápidamente todo el personal y hasta el propio “Frascuelo” que vino a cenar con nosotros. ¿Quién me iba a decir a mí que cumpliría los años en un pueblo de Cáceres y con un matador de toros entre los asistentes?
La última jornada la iniciamos en “Las Tiesas de Santa María”, una de las fincas de Victorino Martín. No he visto en mi vida toros más grandes que los que pude ver la mañana de aquel viernes en los cercados. Sólo vimos toros, ninguna vaca.
Recuerdo que de un grupo que había junto a un comedero, uno de ellos tapaba, escondía totalmente a otro que se encontraba tras él. No paré toda la mañana de acordarme de Ruiz Miguel, con quien apenas una semana antes había estado hablando, y digo que me acordaba de él por su corta estatura y haber sido el torero que más toros de Victorino se ha pasado por la cintura.

Regresamos a la residencia y tras almorzar, tuvo lugar la correspondiente tertulia que siempre se formaba a la entrada de la residencia, con el aliciente de torear de salón con los trastos de algunos de David y Juanjo, dos de los alumnos del curso anterior que se habían unido los dos últimos días a nosotros.
Bien entrada la tarde partimos hacia la ganadería “Jara del Retamar”, en cuya finca, “La Zarzuela” acudimos a la última tienta, que corrió a cargo de José Ignacio Ramos e Iván García. Me gustó mucho el tentadero, sinceramente. Todas las vacas dieron buen juego y más de una se arrancaba muy de lejos al caballo que manejaba Ismael Halcón.
Tenía interés por ver tentar a dos toreros que nunca he visto de luces en la plaza y que dudo, pueda ver por los ruedos de aquí abajo.Viendo a Iván García no dejé de pensar que era uno de esos toreros que andan en el escalafón por debajo del sitio que merecen. En el tentadero, viéndole tentar, parecía hacer fácil todo lo que hacía con la muleta. Se hinchó de torear y como digo, me gustó mucho.
Como es costumbre, se estableció un orden de intervención de “los tapia” guiándose por el criterio de veteranía y antigüedad en los ruedos. Como debe ser.
Beatriz Tablado, Jesús Jiménez y David Matas tuvieron oportunidad de torear. Torear mucho y bien, hasta hartarse. En una de esas estando toreando David Matas el ganadero sufrió una caída desde donde estaba situado y no se mató de milagro. Desde el pequeño “palco” ganadero el golpe no fue chico.
Reincorporado el ganadero ya en su sitio permitió a los aficionados ponerse delante. Paco Gallardo volvió a coger la muleta y darle un par de derechazos, igualmente hizo Paco, un aficionado de Cuenca. Borja, un joven aficionado de Madrid se puso delante por primera vez y yo viendo la extraordinaria condición de la becerra no me pude resistir y le pedí permiso al ganadero para ponerme delante.
Me hacía mucha ilusión ponerme delante de una becerra en el campo bravo extremeño, algo que no tengo a mi alcance habitualmente, y sobre todo, quise celebrar mi cumpleaños toreando, pues nunca en la vida se me había presentado una oportunidad igual y eso yo tenía que aprovecharlo.
De cómo estuve...no creo que sea el más indicado para decirlo. Apenas pude darle tres naturales y cuando me retiré al burladero tras recibir no pocos porrazos descubrí que llevaba un pequeño puntazo, mínimo, en la pierna izquierda. Yo no me había dado ni cuenta y las cosas como son, orgulloso que estoy yo de esta pequeña herida que me he hecho haciendo lo que más me gusta.
Como colofón al curso tuvo lugar una cena en un restaurante de Moraleja. José Luis nos sorprendió a todos haciéndonos entrega de una orla conmemorativa del Curso y la insignia de los mayorales. Al ir a recoger la mía, los compañeros me pidieron hablar desde el micrófono...y bueno, ahí soltamos unas palabras para acabar siendo sorprendido finalmente por todos los presentes cantándome de nuevo el “Cumpleaños feliz”, cosa que me emocionó mucho, la verdad.
A la cena y como clausura José Luis nos tenía una nueva sorpresa preparada. Se había traído a un artista amigo suyo, Pepe Extremadura, que nos cantó un tema que le ha compuesto a los mayorales y que fue el éxito de la noche, hasta el punto que le pedimos el bis y se pegó casi diez minutos cantando la canción y no se nos ocurrió mejor cosa que subirnos al escenario con él para acto seguido izarlo en hombros, desenchufar la guitarra y sacarlo a hombros hasta la calle, guitarra incluída, a los gritos de ¡torero, torero!. En la calle se quedaron a cuadros cuando vieron a quince tíos llevando a hombros a un gachón con una guitarra...No me he reído más en mucho tiempo.
Los resistentes aguantamos y nos fuimos a la feria de Moraleja, que por entonces ya había comenzado y nos dejamos llevar por la fiesta. Quince o veinte personas de toda España tiramos tras la charanga y recorrimos las calles de Moraleja para acabar presenciando la suelta de reses bien entrada la madrugada.
Llegué a Jaén a las seis de la tarde del sábado previa parada en Almagro, Ciudad Real, ya que Jesús, mi compañero de habitación, y sus padres se brindaron a traerme a la vuelta.
Una experiencia inolvidable. Recomendable a todo aficionado que se precie. No conocía la provincia de Cáceres y gracias a esta iniciativa he tenido la oportunidad.
Quiero desde aquí mostrar mi más profundo agradecimiento a José Luis Castro, quien desde el primer instante estuvo pendiente de mí, acercándose incluso a recogerme a la estación de autobuses de Coria y acogerme en su establecimiento la noche del domingo. Una persona que durante una semana ha hecho un esfuerzo sobrehumano por cuadrar todo, por procurar el bienestar de muchas personas y que se ha privado de otras tantas cosas, empezando sin ir más lejos por disfrutar de su familia.
Y quiero igualmente mandar un abrazo a toda la gente buena con la que he compartido estos días irrepetibles. Gente de Extremadura, de Valencia, Toledo, Ciudad Real, Málaga, Sevilla, Salamanca, León, Asturias...con los que he podido disfrutar enormemente mi pasión por los toros.















































jueves, julio 16, 2009

Un pasodoble a Salvador.
Le conocí una de las noches más importantes y bonitas de mi vida, en "El Cossío", tras celebrar la primera de las conferencias del Ciclo Taurino "Diego Rojano" de la UJA de aquel año.
De vista sí que le conocía de antes, pues esto no es Madrid y aquí en el fondo nos conocemos todos. Él en cambio me tenía más que fichado.
A partir de ahí comenzó lo que ha sido una constante en todos estos años además del inicio de una amistad. Coincidir con él cada sábado en "El Cossío" para hablar de toros, de libros de toros y más especialmente de pasodobles toreros. Juntos hemos formado parte además del jurado que concede el "Trofeo a la Mejor Faena" de la Feria de San Lucas a cargo del Círculo Cultural Taurino de Jaén "Paraíso Interior", entidad a la que ambos pertenecemos.

Mi amigo Salvador Santoro es un amante del pasodoble que se interpreta en los festejos taurinos y a ello ha dedicado largas horas de investigación, de charlas con directores de bandas, compositores y músicos. Junto a él he aprendido muchas historias, curiosidades y anécdotas de un género musical que a mí me gusta mucho y recuerdo la ilusión que le hizo que le regaláse un disco de pasodobles de la Banda de la Villa de Los Barrios.
Como aficionado tiene un concepto que cuadra mucho en mi forma de sentir esta afición. Es abonado de las plazas de Jaén y Linares, no se pierde un festejo ni un programa por televisión, semanalmente compra su revista de toros, escucha diariamente "Clarín" y siempre anda aprovechando el tiempo libre con algún buen libro de toros en las manos. No lo imagino en una plaza de tientas con una muleta saliendo a dar dos derechazos y el de pecho a una becerra antes de darle puerta. Empezó siendo muy joven a escribir de toros y pasó por la revista "El Mundo de los Toros". Más recientemente viene publicando escritos taurinos en "La Voz de Linares" e incluso ha firmado trabajos en las dos últimas ediciones de la Agenda Taurina.
Y como aficionado, como linarense y como persona, este sábado Salvador recibirá uno de los regalos que más ilusión le podían hacer: un pasodoble dedicado a él. El sábado se estrenará en un concierto que tendrá lugar en el Paseo de Linarejos.
El pasodoble, que lleva por título "Salvador Santoro" ha sido compuesto por el Maestro Manuel Vílchez y seguro estoy que será precioso.
Si nada lo impide estaré allí junto a Alejandra y Durán para no perderme esta cita tan importante para quien es uno de los mejores aficionados que conozco en la provincia.
Foto: Juan Manuel Fernández.

miércoles, julio 15, 2009

Sucedió en Pegalajar.



Calor en la plaza para dar y regalar. Menos mal que nos acogieron los de la Peña "El Puntal Taurino" y con sus clásicos botijos rojos rulando por el tendido pudimos mitigar la que nos estaba cayendo en lo alto. Aquello era un microondas.
En mitad de la novillada se formó un revuelo, un murmullo en la plaza y parte de la misma rompió a vociferar y aplaudir. Giramos la vista a nuestra derecha y nos topamos de pronto con toda la comitiva de un enlace nupcial.
En el ruedo uno de los aspirantes a torero que participan en las clases prácticas se las veía con un eral de Apolinar Soriano y ajeno a ello, media plaza pendiente de la pareja de recién casados.
Estas cosas sólo pasan en Pegalajar. Dentro de la provincia no recuerdo otra plaza donde cada vez que acudo veo algo surrealista.
La cara que se le quedó al novillero cuando recibió el ramo de la novia en la vuelta al ruedo...
Foto: José María Morales.

viernes, julio 03, 2009

Doble cita taurina el fin de semana.

Una novillada de promoción y un festival benéfico se programan este fin de semana en la provincia. En Pegalajar una cita con los jóvenes valores, tomando parte Luis Olmo, de la Escuela de Baeza.
En Úbeda el interés por ver de nuevo en los ruedos a Paco Ojeda y "El Litri", a lo que se suma ver en un mismo cartel a dos matadores de toros ubetenses: Juan Antonio Millán "Carnicerito de Úbeda" y Juan Luis Pizarro.