lunes, mayo 18, 2009


Coloquio e inauguración de la sede de la Peña "El Puntal Taurino" de Pegalajar.

El pasado sábado a las 20:00 tuvo lugar en el Centro Cultural de Pegalajar el primer coloquio organizado por la Peña "El Puntal Taurino", entidad que tuvo a bien invitarme a tomar parte en tan importante acto para presentar y moderar el mismo. Aprovecho desde aquí una vez más para agradecer que quisieran contar conmigo de nuevo y a la vez el excelente trato recibido durante toda la tarde noche.

Pero el verdadero aliciente, el auténtico protagonista fue el matador de toros de Linares Curro Díaz, quien apenas un día antes había cortado una oreja en Osuna, plaza donde sufrió un percance que no le impidió acudir a su cita con los aficionados de Pegalajar, si bien el esfuerzo físico era más que evidente.

El acto se inició con la intervención de Daniel Torres, presidente de la peña, quien agradeció a todos su asistencia. Posteriormente el tesorero y el secretario leyeron el acto por el cual se nombraba "Socio de honor" a Curro Díaz, así como se relató el nacimiento y trayectoria de este colectivo de Pegalajar.

Quedó manifestado que la Peña "El Puntal Taurino" además de por su juventud y pasión por la Fiesta, se caracteriza por lo accidentado de sus actos, pues cuando se glosó la trayectoria del Puntal no cesaron las carcajadas al recordar diversos episodios, algunos de ellos verdaderamente surrealistas, vividos en alguna de las actividades que han venido desarrollando en los últimos años.





Servidor hizo un repaso de sus recuerdos taurinos en este pueblo de la comarca de Sierra Mágina, donde desde muy pequeño he visto
festejos taurinos. No dude en reconocer que siempre Pegalajar ha apostado por los toreros y los toros de la tierra, siempre ha dado cancha a los jóvenes toreros de Jaén y en su ruedo se han lidiado reses de nuestro campo bravo, algo que sin duda ha marcado la identidad taurina del pueblo y especialmente de su plaza.
Como no podía ser de otro modo recordé el episodio vivido en la Plaza de Pegalajar hace dos temporadas cuando un novillero sin caballos se quitó del cartel al ver lo que había en los corrales.
Aquello lo conté en este blog bajo el título "Un fugitivo vestido de luces" y el suceso corrió como la pólvora entre la blogosfera taurina haciendo famoso al pueblo de Pegalajar.

Al contar con la presencia de Curro Díaz quise que los asistentes conocieran más cercanamente cómo es, cómo se siente y cómo piensa un torero, en este caso, el torero de Linares.
Curro y yo nos sumergimos en un diálogo cara al público donde largo y tendido hablamos de toros. Muy a gusto.
Un mano a mano, un cara a cara donde se habló sin tapujos y no se rehusó preguntar o responder lo que fuera.

Finalmente Mercedes Valenzuela, Alcaldesa de Pegalajar puso fin al acto, declarando que si su hijo había permanecido atento durante el mismo sin perder un instante la atención...sería por algo. Finalmente se hizo entrega de unas placas conmemorativas y como no podía ser de otra forma se nos obsequió con lo mejor que tiene nuestra tierra: el aceite.

Posteriormente todos los asistentes se dirigieron a la nueva sede de la Peña, la cual quedó inaugurada oficialmente tras decubrir Curro Díaz un azulejo que conmemorará de por vida el momento.
Seguidamente se ofreció un aperitivo a los allí presentes, dando lugar a que se habláse de toros entre los aficionados, destacando la presencia de Gabriel, ganadero de "Remonta", quien no quiso perderse la cita con sus amigos del Puntal.


Desde aquí, me queda agradecer por enésima vez a toda la Junta Directiva de la Peña "El Puntal Taurino" con Dani, Miguel y Poyatos a la cabeza, por tener a bien una vez más contar conmigo y darme la oportunidad de ser partícipe de sus actividades.
Igualmente a Mercedes Valenzuela, y Nono, su marido por hacer que Pegalajar taurinamente sea a través de su Ayuntamiento un pueblo de la provincia de Jaén que da la cara.
Por último, y no menos importante para mí, a mi compadre Arturo Montilla, Jacobo Herrera, Juan Peco, Pepe López "Lupón" y por supuesto Alejandra Contreras, por demostrarme que siempre están ahí, sea donde sea y cuando sea.
Fotos: José María Morales Rosa (al que también le agradezco la cesión de las mismas)

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